Carrito de la compra Tienda Online No hay productos
en su cesta
Visitar el Blog de Pia Rubio Síguenos en Facebook Síguenos en Pinterest Síguenos en Instagram
El triunfo de la porcelana 11-02-2021

El triunfo de la porcelana

En 1600. las Compañías Portuguesa y Holandesa que viajaban entre Europa y Asia traían a Europa barcos cargados de seda, oro y porcelana.

La porcelana se descubrió en China y sus orígenes se rodearon de un gran misterio. Las características de este sorprendente material hacían de este descubrimiento algo excepcional. Fascinaba su blancura, su transparencia, incluso su sonido era algo totalmente nuevo. Con todos estos atributos no es de extrañar que desplazara al barro y a la madera que durante años habían sido el soporte de una vajilla de diario. Estos preciados objetos fueron pronto objeto de deseo, urgía averiguar la formula y solo China conocía el secreto de su fabricación. La excepcionalidad de la porcelana reside en la técnica de la elaboración y todo Occidente buscaba la receta de su fabricación.

El Emperador Kangsi (1654-1722) vio en este material una oportunidad de negocio. La prioridad durante su reinado fue reorganizar la industria alfarera y centrar la actividad en la exportación (por la demanda de los países occidentales) y una parte importante para la nobleza china. El Emperador Kangsi protegió el secreto de su elaboración buscando un sistema que garantizara su misterio. Especializó el trabajo de cada trabajador dando a cada uno una función de manera que ninguno conocía
la obra completa.

Atravesar el continente asiático tenía sus riesgos y no eran infrecuentes los naufragios. Uno de los más sonados fue el del buque Geldermalsen de la Compañía Holandesa de las Indias que se undió en 1752 y fue descubierto en 1985 por el Capitan Hatcher en aguas del mar de China. Mas de 150.000 piezas fueron recuperadas. Gran parte de estas piezas se ofrecieron al Groningen Museum para su estudio y el resto se subastaron en Christie´s en 1985.

Los cargamentos del preciado oro blanco que iban llegando a Europa desde China, cautivaron enseguida a la aristocracia continental. Varios monarcas europeos asignaron importantes recursos materiales para tratar de descubrir el secreto de la porcelana celosamente guardado por los chinos, hasta que a principios del siglo XVIII en la corte del Elector de Sajonia Frederic Böttger descubrió la composición de los materiales y el método de cocción.

Al éxito en el trabajo de investigación le siguió enseguida el proceso de desarrollo industrial en la propia Sajonia con la creación de la fábrica de Meissen. A lo largo del siglo XVIII fueron surgiendo nuevas manufacturas de porcelana en Francia, Inglaterra, Austria, Dinamarca, Italia o España que produjeron piezas cada vez más refinadas. Junto a Meissen surgieron grandes fábricas como Sevres, Augarten, Royal Copenhagen o Buen Retiro, importantes fabricantes de porcelana a quienes se unió en el siglo XIX Herend de Hungria.

La porcelana ha triunfado universalmente como material capaz de cubrir con excelencia las necesidades relacionadas con el servicio de la mesa y lo ha hecho a todos los niveles. Tener una vajilla de porcelana ya no es un lujo de unos pocos. Existen en el mercado gran variedad de posibilidades, que van desde vajillas sencillas de porcelana blanca a vajillas muy sosfisticadas, como la Flora Danica de Royal Copenhage. Esta vajilla muy unida a la familia Real Danesa es un estudio de botánica del s. XVIII. La primera vajilla de Flora Danica fue encargada por el rey Christian VII como un regalo de agradecimiento a Catalina la Grande Emperatriz de Rusia. Hoy día es un regalo de boda que los Reyes de los países nórdicos regalan a los príncipes herederos escandinavos cuando se casan. Otro ejemplo son los pájaros de la Historia Natural de Buffon que decoran una espectacular vajilla de Sevres, que puede verse en el Museo Nissim de Camondo en Paris.

En definitiva una bonita vajilla de porcelana es un valor que no pasa de moda y algo importante que transmitir de generación en generación.


 

Navegador Pia Rubio